Ringelman.Cómo estudiar un estudio_7ed

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Unidad

Estudiar un estudio

cuando hay buena documentación de las características previas que no se ven afectadas por el conoci- miento de la aparición de la enfermedad. Como alternativa, se puede creer que la característica de un individuo probablemente no cambie con el tiempo, como la presencia de un gen. Los estudios de cohortes a menudo tienen la ventaja de establecer que la posible causa ocurrió antes que el efecto. Sin embargo, en el siguiente ejemplo se ilustra que incluso en los estudios de cohor- tes se puede encontrar una causalidad inversa:

Miniestudio 3-2

Se comparó un grupo de 1000 pacientes que habían dejado de fumar cigarrillos en el último mes, con 1000 fumadores

actuales de cigarrillos emparejados por hábito de paquetes-año totales. Los dos grupos tuvieron seguimiento durante 6 meses para determinar con qué frecuencia desarrollaban cáncer de pulmón. El estudio mostró que al 5% del grupo de estudio que había dejado de fumar cigarrillos se le diagnosticó cáncer de pulmón, en comparación con solo el 0.1% de los controles que fumaban actualmente. Los autores concluyeron que dejar de fumar cigarrillos se asociaba con el desarrollo posterior de cáncer de pulmón. Por lo tanto, recomendaron a los fumadores actuales que continuaran fumando. El cese del hábito tabáquico parece ocurrir antes del desarrollo del cáncer de pulmón, pero ¿qué pasa si los fumadores dejan de fumar debido a los síntomas producidos por ese cáncer? Si esto fuera cierto, entonces el cáncer de pulmón evita el consumo de cigarrillos, no al revés. Por lo tanto, se debe tener cuidado al aceptar que la causa hipotética precede al efecto. La capacidad de los estudios de cohortes para establecer que la causa precede al efecto aumenta cuando el lapso entre la «causa» y el «efecto» en relación con la historia natural de la enfermedad es más prolongado que en este ejemplo. Los intervalos breves entre la «causa» y el «efecto» todavía dejan abierta la posibilidad de una causalidad inversa. Modificar la «causa» altera el «efecto» Incluso si se ha establecido rmemente que la posible causa precede al efecto, para cumplir por completo los criterios de causa contribuyente, es necesario establecer que modi car la causa altera la probabilidad del efecto. Este criterio se puede establecer mediante la realización de un estudio de intervención en el que el investigador modi ca la causa y determina si esto contribuye después a alterar la probabilidad de que se presente el efecto. Idealmente, este criterio se cumple mediante la realización de un estudio controlado aleatorizado. Como se verá en el capítulo 4, los estudios controlados aleatorizados pueden no ser éticos o prácticos y, por lo tanto, se deben examinar otras formas de establecer los criterios de nitivos, incluida la modi cación de la causa que altera el efecto. a Cuando la causa contribuyente no puede establecerse de manera de nitiva, es posible que se deban hacer los mejores juicios sobre si hay una relación de causa y efecto. Para esta situación, se puede utilizar una serie de lo que se han llamado criterios complementarios , accesorios o de apoyo para la causa con- tribuyente. Estos incluyen los siguientes: 1. Fuerza de asociación: una fuerte asociación entre el factor de riesgo y la enfermedad se mide, por ejemplo, con un gran riesgo relativo. 2. Consistencia de la asociación: hay consistencia cuando las investigaciones realizadas en diferentes entornos y tipos de pacientes producen resultados similares. a Es importante reconocer que la de causa contribuyente es una definición empírica. No requiere una comprensión del mecanismo intermedio por el cual la causa contribuyente desencadena el efecto. Históricamente, han ocurrido numerosos casos en los que las acciones basadas en la demostración de una causa contribuyente disminuyeron la enfermedad a pesar de la ausencia de una comprensión científica de cómo ocurrió realmente el resultado. La fiebre puerperal se eliminó potencialmente mediante el lavado de manos, antes de que se reconocieran las bacterias. El paludismo se limitó mediante la limpieza de los pantanos, antes de que se reconociera su transmisión por medio de mosquitos. Los cítricos prevenían el escorbuto antes de que los británicos hubieran oído hablar de la vitamina C. Una vez que se comprende más sobre los mecanismos directos que producen la enfermedad, se puede distinguir entre las causas contribuyentes indirectas y directas. Lo que llamamos causa directa de enfermedad depende del estado actual del conocimiento y la comprensión de su mecanismo. Por lo tanto, con el tiempo, muchas causas directas pueden llegar a considerarse indirectas.Además, es importante distinguir estos términos del concepto legal de causa próxima. La causa próxima se refiere al momento de las acciones que podrían prevenir un resultado en particular y no debe confundirse con la definición de causalidad aquí utilizada.

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