Porth. Fisiopatología

Capítulo 39  Alteraciones del estado nutricional    1157

Termogénesis inducida por la alimentación y el ejercicio La termogénesis inducida por los alimentos o por el efecto tér- mico de estos describe la energía que utiliza el cuerpo para la digestión, absorción y asimilación de los alimentos después de su ingesta. Es una energía que se gasta sobre y más allá de los valores calóricos de los alimentos y representa aproximadamente el 8% del total de las calorías gastadas. Cuando se ingieren los alimen- tos, la tasa metabólica aumenta hasta regresar a la normalidad en unas cuantas horas. El consumo de una comida alta en proteínas aumenta significativamente la tasa metabólica normal en un 30%, efecto que dura 3-12 h. La cantidad de energía que se emplea en la actividad física está determinada por el tipo de actividad, su duración y el peso y condición física de la persona. Los incrementos más signi- ficativos del metabolismo basal son los que se producen con la actividad vigorosa. Termogénesis de la actividad distinta al ejercicio El gasto energético también se puede ver afectado por un aumento en la TADE, la cual incluye la energía que se gasta para mante- ner la postura y en actividades como los movimientos corpora- les por nerviosismo o inquietud. 6 Los porcentajes bajos de TADE pueden estar relacionados con una propensión a ganar peso. Las personas con TADE alta pueden tener menos ganancia de peso que aquellos con TADE reducida. Termogénesis relacionada con el entorno Tiritar como respuesta al frío también produce calor, ya que aumenta la actividad muscular. La termogénesis que no se rela- ciona con tiritar también ocurre en respuesta al estrés provocado por el frío y deriva de la activación del sistema nervioso simpá- tico, con liberación de noradrenalina y adrenalina que originan una elevación de la actividad metabólica. La estimulación simpática también puede hacer que la grasa parda produzca calor. Estudios recientes han mostrado que las personas que pade- cen obesidad con una ingesta calórica excesiva persistente presen- tan un aumento en su actividad simpática. Aunque no se conoce el mecanismo exacto, parece que es desencadenada en parte por la leptina, la cual causa un incremento en la termogénesis. Este aumento en la producción de energía puede ayudar a limitar la can- tidad de peso que se gana. Aunque no detiene o revierte de forma clara la ganancia de peso por completo, podría contribuir a limitar la ganancia de peso o a estabilizar el sobrepeso en cierto punto. El estado nutricional describe la condición del organismo res- pecto a la disponibilidad y uso de los nutrientes. Estos propor- cionan la energía y los materiales necesarios para realizar las actividades de la vida diaria y para el crecimiento y reparación de los tejidos del cuerpo. El metabolismo es un proceso organi- zado mediante el cual nutrientes como los hidratos de carbono, grasas y proteínas se descomponen, transforman o convierten por otros medios en energía celular. La glucosa, las grasas y los aminoácidos de las proteínas sirven como fuentes de com- bustible para el metabolismo celular. Estas fuentes energéticas son ingeridas durante las comidas y se almacenan para su uso RESUMEN  posterior. La glucosa se guarda como glucógeno o se convierte en triglicéridos que serán almacenados en los adipocitos. Las grasas, por su parte, se almacenan en el tejido adiposo como tri- glicéridos. El tejido adiposo también funciona como un órgano endocrino al producir adipocinas como la leptina y las citocinas, que tienen efecto sobre la ganancia ponderal. Los aminoácidos son los bloques de construcción de las proteínas, y la mayoría de los que se almacenan están contenidos en las proteínas corpora- les y como fuentes de energía para el metabolismo celular. La energía se cuantifica en unidades de calor denominadas calorías . El gasto de la energía corporal resulta de cinco mecanismos de producción de calor (termogénesis): el metabolismo basal o gasto energético en reposo, la termogénesis inducida por la dieta, la termogénesis por ejercicio, la termogénesis por una actividad distinta al ejercicio y la termogénesis en respuesta a cambios en las condiciones ambientales. AMPLE REQUERIMIENTOS NUTRICIONALES Después de terminar esta sección del capítulo, el lector será capaz de cumplir con los siguientes objetivos: •• Plantear los diferentes estándares que se utilizan para formular guías de alimentación uniformes respecto a las calorías, proteí- nas, grasas, hidratos de carbono, fibra, vitaminas y minerales. •• Diferenciar entre hambre, apetito y saciedad. •• Establecer las interacciones entre las neurohormonas en los mecanismos de control a corto y largo plazo del consumo alimenticio. Ingestas dietéticas de referencia Las ingestas dietéticas de referencia (DRI, de dietary reference intakes ) incluyen un conjunto de valores de referencia con rela- ción a los nutrientes: ingesta diaria recomendada (IDR), ingesta adecuada (IA), requerimiento nutricional promedio (RNP), nivel máximo de ingesta tolerable y rango aceptable de distribu- ción de macronutrientes (RADM), cado uno de ellos con diferentes usos. 7,8 Las DRI, que se actualizan periódicamente, se publican en la National Academy of Sciences. Estas DRI se utilizan para reco- mendar a las personas sobre las cantidades de nutrientes que deben consumir para reducir el riesgo de una enfermedad crónica. En los Estados Unidos se han publicado recomendaciones de DRI para nutrientes específicos y para vitaminas y minerales. El Food and Nutrition Information Center del Department of Agriculture de los Estados Unidos cuenta con el sitio web: http://fnic.nal.usda.gov/ fnic/interactiveDRI/. Este sitio contiene una herramienta interac- tiva que ayuda a la persona a calcular sus necesidades nutricionales con base en su sexo, peso, altura, edad y nivel de actividad. 9 La IDR se define como el nivel de consumo que cumple con las necesidades nutricionales de casi todas las personas saluda- bles, en grupos específicos de edad y sexo. Las directrices más recientes establecieron valores de IDR para hidratos de carbono, pero no para grasas. El consumo recomendado de grasa se señala en el RADM y se expresa como porcentaje del consumo general en la dieta diaria, más que como una cifra fija. 8 Se acude a la IA cuando no se dispone de suficiente evidencia científica para estimar el requerimiento promedio. La IA se obtiene de datos observacionales o experimentales que muestran un con- sumo medio que parece sustentar un indicador deseado de salud.

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