Lww-Enf. Edo crítico, 5ed

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Trastornos multisistémicos

Una mirada cercana al reemplazo de líquidos El reemplazo de líquidos es esencial para el paciente con quemaduras, debido al intercambio masivo de líquidos que se produce. Sin embargo, es necesario tener precaución extrema por el riesgo de sobrecarga (también denominado sobrerreanimación ). ¿Cuánto? Se han utilizado numerosas fórmulas para determinar la cantidad de líquido que se debe reemplazar durante las primeras 24 h después de una lesión por quemadura. Por lo general, estas fórmulas utilizan el peso corporal y el porcentaje de área de superficie corporal total (ASCT) quemada. Una de las fórmulas más usadas es la de Parkland, que se muestra a continuación: X mL de solución de Ringer ¿Qué es la X? La cantidad de solución de Ringer lactato depende del paciente. Para un paciente adulto quemado, se utilizan 2 mL en la fórmula; para niños es de 3 mL. Sin embargo, para las quemaduras eléctricas del adulto, se utili­ zan 4 mL. Esto se debe al alto riesgo de insuficiencia renal y rabdomiólisis con las lesiones por quemaduras eléctricas, de manera que es necesaria una mayor cantidad de reposición de líquidos. ¿Por cuánto tiempo? Por lo general, la mitad de la cantidad calculada se administra durante las primeras 8 h tras la lesión (veri­ fica que se use la hora real de la lesión, no la hora de llegada del paciente a la sala de urgencias, como el Cantidad de lí­ quido en mL a ad­ ministrar dentro del periodo de las primeras 24 h poslesión lactato/peso del paciente en kg Porcentaje quemado de ASCT =

tiempo inicial de duración de las 8 h). La mitad restante de la cantidad se administra durante las 16 h siguientes. ¿Qué líquidos? Durante las primeras 24 h, se usan por lo general solu­ ciones cristaloides debido a que la permeabilidad capilar está muy aumentada, permitiendo que las proteínas se filtren hacia los tejidos intersticiales. Después de las primeras 24 h, pueden incluirse soluciones coloides. Administrar coloides antes del periodo inicial de 24 h proporcionaría proteínas adicionales que pueden filtrarse hacia el espacio intersticial. ¿Demasiado o muy poco? Durante el reemplazo de líquidos, mantente siem­ pre alerta de indicaciones del exceso o deficiencia de la reposición de líquidos. Los signos y síntomas de insuficiencia cardíaca y edema pulmonar sugieren sobrecarga. Por el contrario, los signos de choque hipo­ volémico y un gasto urinario bajo sugieren una reposi­ ción deficiente. Ejemplo: un hombre de 75 kg con quemaduras de espesor total del 55% de ASCT acude a la sala de ur­ gencias una hora después de la lesión. Utilizando la fór­ mula de Parkland de 2 mL/75 kg/55% ASCT, se obtiene un total de 8250 mL a administrar durante las primeras 24 h. Divide esto a la mitad para obtener la cantidad que debe ser administrada en las primeras 8 h poste­ riores a la lesión (esto es, 4125 mL). Si divides esa can­ tidad en 8 h, obtienes una velocidad de administración de 516 mL/h. ¡Espera! ¿No dijimos que el paciente llegó a la sala de urgencias 1 h después de la lesión? Esto significa que solo tienes 7 h, no 8 h, para administrar los 4125 mL de líquidos. Esto arroja 589 mL/h (¡guau... eso es mucho líquido!).

Qué hacer • Evalúa inmediatamente el ABC del paciente. Instituye las medidas de reanimación de urgencia, según la necesidad. Monitoriza la satu­ ración de oxígeno arterial y los valores en serie de GA, y anticipa la necesidad de intubación endotraqueal (ET) y ventilación mecánica si se deteriora el estado respiratorio del paciente, especialmente en caso de quemaduras en la cara o el cuello SAMPLE

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