LIR. Farmacología

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Toxicología clínica Dawn Sollee y Emily Jaynes Winograd

I. GENERALIDADES

Por cientos de años, los venenos y su estudio (toxicología) se han entrelazado en el rico tapiz de la experiencia humana. Homero y Aristóteles describieron las flechas envenenadas; Sócrates fue ejecutado con cicuta; la intoxicación con plomo puede haber contribuido a la caída del Imperio Romano; Marilyn Monroe, Elvis Presley y Michael Jackson murieron todos por sobredosis con medicamentos que se les habían recetado. Las toxinas pueden inhalarse, insuflarse (aspirarse), ingerirse por vía oral, inyectarse y absorberse por la piel (figura 44-1). La comprensión de los diversos mecanismos de toxicidad ayuda a desarrollar un abordaje al tratamiento. Este capítulo proporciona una revisión general del manejo de urgencia del paciente intoxicado, así como una breve revisión de algunas de las toxinas más frecuentes e interesantes, sus mecanismos, presentaciones clínicas y manejo clínico. El primer principio en el manejo del paciente intoxicado es tratar al paciente, no a la sustancia. Se valoran las vías respiratorias, la respiración y la circula- ción y se atienden antes que nada, junto con otro efecto tóxico que amenace la vida de forma inmediata (p. ej., aumentos o disminuciones profundos en la presión arterial, frecuencia cardiaca, respiraciones o temperatura corporal o cualquier disritmia peligrosa). Las alteraciones acidobásicas y electrolíticas, las concentraciones sanguíneas de paracetamol y salicilatos y los resultados de otros estudios de detección farmacológicos apropiados pueden valorarse en lo que se obtienen los resultados de laboratorio. Después de administrar oxígeno, obtener acceso intravenoso y colocar al paciente con un monitor car- diaco, el paciente intoxicado con estado mental alterado debe considerarse para la administración de un “coctel de coma”. El coctel de coma consiste en dextrosa intravenosa para tratar hipoglucemia, una posible causa toxicológica del estado mental alterado, naloxona para tratar posible toxicidad por opioides o clonidina y tiamina para la encefalopatía de Wernicke inducida por etanol. Figura 44-1 Vías de exposición para toxinas. AMPLE II. TRATAMIENTO DE URGENCIA DEL PACIENTE INTOXICADO Inhalación Dérmica Inyección Ingestión

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