Kraemer. Fisiología del ejercercio_3ed

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Nutrición y ambiente

dos concuerdan, puede estar seguro de la información en ese momento. Si las técnicas no concuerdan, es aconsejable ingerir más líquido y repetir las mediciones en unas pocas horas. Pero recuerde no beba demasiado. El consumo excesivo de líquidos puede provocar enfermedades o incluso la muerte en casos extremos. Bibliografía 1. Armstrong LE, Johnson EC. Water intake, water balance, and the elusive daily water requirement. Nutrients . 2018;10(12). doi: 10.3390/nu10121928.

2. Armstrong LE. Assessing hydration status: the elusive gold standard. J Am Coll Nutr . 2007;26(5):575S–584S. 3. Armstrong LE, Herrera Soto JA, Hacker FT, et al. Urinary indices during dehy- dration, exercise, and rehydration. Int J Sport Nutr Exerc Metab . 1998;8:345– 355. 4. Judelson DA, Maresh CM, Anderson JM, et al. Hydration and muscular perfor- mance. Does fluid balance affect strength, power and high-intensity endu- rance? Sports Med . 2007;37(10):907–921.

mente como concentraciones de sodio sérico ≤ 135 mmol/L, deben expresarse en notación cientí ca (mmol·L -1 ), e incluyen mareos, hinchazón, náuseas, confusión, cefalea y, en casos graves, convulsio- nes y coma como resultado del edema cerebral 21,23,32 . Si no se trata, esta afección puede incluso provocar la muerte. Las causas de HAE se han atribuido a la pérdida excesiva de sodio en el sudor o la incapacidad de añadir sodio a la circulación sanguínea a partir de tejido osmóticamente inactivo como la piel 18,31 . Sin embargo, la evidencia preponderante sugiere que el consumo excesivo de líquidos hipotónicos es lo que explica la presencia de HAE 18 . Esta ingesta excesiva de agua o bebidas deportivas diluidas durante las actividades de resistencia y ultrarresistencia es apoyada por sugerencias como «beber tanto como se pueda» durante tales actividades, junto con una sobreabundancia de estaciones para beber agua colocadas a lo largo de la ruta 12,23 . En muchos casos, estas sugerencias son contraproducentes, ya que se sabe que la deshidratación de hasta un 2% a un 3% de la masa corporal puede tolerarse bien y no representa una amenaza para la salud o el rendimiento deportivo. Las mujeres pueden tener un riesgo mayor que los hombres de sufrir HAE cuando compiten en las carreras de maratón y ultramaratón. Varios posibles factores siológicos y psicológicos podrían explicar este mayor riesgo, pero no hay una explicación clara. Desde el punto de vista siológico, varios factores pueden in¯uir en la aparición de HAE, incluida la liberación de agua relacionada con el glucógeno almacenado que se utiliza como sustrato ener- gético durante el ejercicio. Recuérdese que un solo gramo de glu- cógeno almacenado en el músculo tiene cerca de 3 g de agua 34 . Además, el agua se produce durante las reacciones bioquímicas que tienen lugar durante el metabolismo aeróbico que potencia la acti- vidad muscular en las actividades de resistencia. En casos raros, la retención excesiva de agua que caracteriza a la HAE puede estar relacionada con una disfunción endocrina que exa- cerba los efectos naturales de la hormona antidiurética, lo que pro- duce retención abundante de agua 31 . Sin embargo, los expertos en el campo creen que el problema subyacente de la HAE es principal- mente de naturaleza conductual, pues los deportistas simplemente beben más agua de la necesaria durante la actividad física prolon- gada. Con independencia de la causa precisa, la HAE debe tomarse en serio ya que, si no se resuelve, puede causar la muerte. Según los expertos, el método más e caz para tratar, e incluso prevenir, la apa- rición de HAE es simplemente permitir que la sensación natural de sed dicte cuándo y cuánto beber durante y después de las actividades de resistencia 23,44 .

MÉTODOS DE LABORATORIO PARA EVALUAR LA HIDRATACIÓN

Los métodos de dilución para determinar el agua corporal total mediante la medición de la osmolalidad plasmática son las formas más precisas, válidas y sensibles para determinar el estado de hidra- tación 39 . Sin embargo, no son prácticos en la mayoría de las situa- ciones. El volumen urinario (la micción debe ser frecuente con un volu- men de euhidratación normal) puede utilizarse como un indicador general del estado de hidratación, pero es algo subjetivo y puede confundirse con la ingesta de líquidos y otros factores 33,39 . La gra- vedad urinaria especí ca y la osmolalidad urinaria son los mejores indicadores del estado de hidratación, de modo que son los que se utilizan con más frecuencia. Estas medidas son cuanti cables y se utilizan más cuando se dispone de instalaciones y personal cali - cado para la determinación (cuadro 11-7) 8,39 . HIPONATREMIA La mayoría de las preocupaciones sobre la regulación de líquidos y la termorregulación asociada durante el ejercicio se han centrado en la pérdida de líquidos, es decir, la deshidratación y la hiperter- mia asociada. Se han publicado numerosas declaraciones o ciales y series de guías que describen los síntomas y las consecuencias del agotamiento de líquidos y el aumento de la temperatura central que a menudo ocurre se produce el ejercicio prolongado en condicio- nes climáticas adversas con temperatura y humedad elevadas 27,28,39 . Estos documentos también son claros en las recomendaciones con respecto a lo que debe hacerse para evitar la deshidratación durante y después de las prácticas deportivas de larga duración, a distancias completa o parcial. Sin embargo, se ha prestado mucha menos atención a la afección contraria, pero igualmente peligrosa, que puede ocurrir en esas mis- mas actividades. La denominada hiponatremia asociada al ejercicio (HAE) se detectó por primera vez durante prácticas de ultrarresis- tencia y se informó en la literatura cientí ca a mediados de la década de 1980 16,30 . En estos artículos se describieron incidencias de los deportistas de resistencia de élite, quienes, en afán de evitar la deshidratación, en realidad bebían demasiado líquido durante carreras de más de 4 h. A su vez, este consumo excesivo de agua, a veces llamado «intoxi- cación acuosa», los llevó no solo a la sobrehidratación, sino tam- bién a sufrir bajas concentraciones de sodio sérico, es decir, HAE. Esta condición se pasó por alto en gran medida durante décadas, hasta que en el siglo XXI comenzaron los informes de corredores de maratón en revistas cientí cas deportivas, y no solo en deportistas de ultrarresistencia. Los síntomas de HAE, que se de ne técnica-

Esto parece contradecir otras sugerencias de expertos, quienes sugieren una protección cuidadosa frente a la deshidratación mediante el apego a un régimen rígido de reemplazo de líquidos. Sin embargo, dada la mayor incidencia de HAE, actualmente los siólogos y los médicos recomiendan que, para contrarrestar este peligroso aumento de casos de hiponatremia, debería disminuirse la SAMPLE

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