Kraemer. Fisiología del ejercercio_3ed

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Líquidos y electrólitos en el ejercicio

gan electrólitos, incluidas diversas bebidas deportivas. Sin embargo, la pérdida de electrólitos por sudoración suele poder compensarse mediante la conservación de electrólitos por el tubo digestivo y los riñones. Mantener concentraciones plasmáticas normales de mine- rales en deportistas que compiten en una carrera en ruta de 20 días en ambientes cálidos y húmedos sin la ingestión de suplementos minerales es un ejemplo del nivel de capacidad que poseen los órga- nos y procesos corporales para ahorrar electrólitos 14 . CONTENIDO DE ELECTRÓLITOS EN LA ORINA Como se ha descrito anteriormente, con el tiempo, el contenido de electrólitos de la orina variará para ayudar a garantizar el equili- brio electrolítico. Durante el ejercicio, existe una correlación lineal negativa entre la intensidad del ejercicio expresada como un por- centaje del consumo máximo de oxígeno y la excreción urinaria de sodio 26 . Por tanto, a medida que la intensidad del ejercicio aumenta, la excreción de sodio disminuye, de manera que, durante el ejerci- cio máximo, la excreción de sodio es solo del 10% al 20% del valor en reposo. Esta disminución se debe a dos factores principales. Una es que se excreta menos sodio por litro de orina. La otra es que la produc- ción de orina aumenta desde el reposo (1.0 mL·min −1 ) al ejercicio ligero (25% V . o 2máx , 1.2 mL·min −1 ), pero luego disminuye durante el ejercicio moderado (40% V . o 2máx , 0.75 mL·min −1 ) y el ejercicio intenso (80%V . o 2máx , 0.3-0.5 mL·min −1 ). Durante el ejercicio mode- rado e intenso, se produce menos orina total y las concentraciones de electrólitos son más bajas en la orina producida. En consecuen- cia, se conservan las reservas de electrólitos del cuerpo. MECANISMO DE LA SED La sed es un deseo consciente de beber y está involucrada en el mantenimiento de la hidratación y el balance hídrico. El impulso de beber está controlado por varias áreas dentro del hipotálamo que detectan la osmolalidad plasmática. Estas áreas también reciben información relacionada con el líquido cefalorraquídeo y la con- centración de sodio cerebral extracelular y el volumen de líquido extracelular y, posiblemente, de los receptores periféricos que detec- tan la osmolalidad 26 . Cuando se pierde agua corporal, la concentra- ción de sustancias disueltas en la sangre y otros líquidos corporales aumenta, lo que estimula el mecanismo de la sed. Esto produce el deseo de beber. A medida que se ingiere el líquido, la concen- tración de sustancias disueltas vuelve a la normalidad y el deseo de beber disminuye. Uno de los primeros signos de deshidratación par- cial es la sensación de «boca seca», una sensación que inicia el acto de beber 26 .

sodio dentro del cuerpo es bajo, los riñones conservan el sodio reab- sorbiéndolo de la orina que se produce. Además, a medida que se reabsorbe el sodio, se excreta potasio. Esta función de los riñones está controlada por mecanismos hormonales, como la producción de aldosterona por las glándulas suprarrenales, que estimula la reab- sorción de sodio de regreso a la circulación sanguínea ( v. cap. 8). Por tanto, si la concentración de sodio dentro del cuerpo es baja, las glándulas suprarrenales producen más aldosterona, lo que conserva el sodio. Los jugos digestivos dentro del tubo digestivo contienen mine- rales (recuérdese que las sales minerales se disuelven en agua, con lo que forman electrólitos). Estos minerales, así como los del líqui- do ingerido, son absorbidos en la circulación sanguínea por el in- testino delgado para satisfacer las necesidades del cuerpo. Si una concentración de mineral particular dentro del cuerpo es baja, el intestinodelgado absorbemás de estemineral.Nuevamente, el equili- brio de electrólitos, que es la cantidad de electrólitos perdidos y ganados por el cuerpo, normalmente se mantiene en equilibrio por la acción del tubo digestivo y los riñones. Con el ejercicio, el aumento del volumen de sudor que contiene electrólitos requiere una mayor conservación de electrólitos por parte de los riñones y una mayor absorción por el intestino delgado para asegurar el mantenimiento del equilibrio electrolítico. Cuando se supera la capacidad del cuerpo para mantener el equilibrio, es probable que se produzcan lesiones y disfunciones graves, e incluso la muerte en casos extremos. En la mayoría de los casos, para minimizar los ries- gos de desequilibrio electrolítico basta con complementar con ajus- tes dietéticos la impresionante capacidad del cuerpo para mantener el equilibrio de electrólitos CONTENIDO DE ELECTRÓLITOS DEL SUDOR El sudor es un líquido hipotónico , lo que signi ca que tiene una menor presión osmótica que la sangre. El término isotónico de ne una presión osmótica igual a la de la sangre, mientras que el tér- mino hipertónico de ne una presión osmótica más alta que la san- gre. El sudor es hipotónico y, por tanto, tiene una concentración de electrólitos menor que la sangre, pero contiene algunos electrólitos. Cuando los índices de sudoración son extremadamente altos, como durante una actividad intensa en un ambiente cálido y húmedo, algunas personas pueden perder hasta 3 kg·h −1 a 4 kg·h −1 de peso cor- poral o 3 L·h −1 a 4 L·h −1 de sudor 26 . La aclimatación al calor puede incluir adaptaciones tales como un mayor índice de sudoración, un inicio más temprano de la sudoración, un aumento del volumen plasmático en reposo y una reducción del contenido de electrólitos en el sudor 25,36 . Aunque el volumen del sudor puede aumentar después de la acli- matación, se pierden menos electrólitos por volumen de sudor para ayudar a mantener el equilibrio de electrólitos, sin embargo, algu- nos electrólitos se pierden con el sudor. Para mantener el equilibrio electrolítico, como se ha descrito anteriormente, el tubo digestivo y los riñones son altamente capaces de conservar electrólitos para evi- tar que se produzcan desequilibrios. Normalmente, la sudoración no implica la necesidad de inge- rir sal adicional (los alimentos que comemos normalmente tienen mucha sal). Además, los índices de sudoración suelen ser inferiores a 1.5 L·h −1 , lo que da como resultado una menor pérdida de agua y electrólitos que los valores extremos informados para una activi- dad intensa en ambientes cálidos y húmedos. Si se realizan sesiones sucesivas de ejercicio a largo plazo, como el entrenamiento para un triatlón o un maratón, en un ambiente caluroso, puede ingerirse sal adicional en alimentos ligeramente salados o líquidos que conten-

Cuando el mecanismo de la sed se activa o hay un impulso por beber, ya se ha producido una deshidratación parcial. Los seres humanos se consideran hidratantes lentos, lo que signi ca que su mecanismo de sed no restaura rápidamente el balance hídrico. El volumen total de la ingestión de líquidos dentro de un período de rehidratación de 3 h después del ejercicio generalmente reempla- zará solo entre el 60% y el 70% de la pérdida de líquidos 24 . Además, parte del líquido ingerido después del ejercicio se eliminará como orina. Estos factores indican que debe consumirse más líquido de lo que requiere el mecanismo de la sed para mantener el balance hídrico a largo plazo. Además, debido a que el mecanismo de la sed responde lentamente y se activa solo después de que se haya pro- ducido una deshidratación parcial, sería prudente que el deportista ingiera líquidos antes de comenzar y durante la sesión de ejercicio. SAMPLE

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