Jogada_Manual de emergencias neurológicas

Capítulo 13 Traumatismos de la columna cervical y urgencias de la médula espinal 221

funcional sin dolor. Si el paciente es incapaz de estas cosas, entonces se recomienda ordenar un estudio de imagen. En los pacientes jóvenes y alertas, sin enfermedad subyacente de la columna vertebral y con una baja sospecha de lesión de esta o de la médula espinal, puede ser su—ciente una serie de radiografías cervicales de tres vistas (anteroposterior [AP], lateral y con la boca abierta), cuyo uso ha disminuido dado lo inadecuado de las radiografías y la disponibilidad de la TC ( g. 13-8 ). En cualquiera de los pacientes de edad avanzada con posibles cambios degenerativos y preocupa ción de una lesión medular (con un dé—cit neurológico) o en aquellos con encefalopatía, se recomienda una TC de alta resolución con cortes —nos (1.5-3 mm). Si hay una lesión neurológica que no se puede explicar con la TC, se ordena una RM para buscar lesiones de tejidos blandos o ligamentos, edema de la médula espinal, hemorragia y desmielinización. En los pacientes con una contraindicación para la RM, se puede considerar una mielografía por TC; sin embargo, se recomienda precaución al realizar la punción lumbar para introducir el medio de contraste, ya que los cambios en la presión de la columna vertebral pueden exacerbar la lesión neurológica. En el paciente comatoso resulta más difícil observar la columna vertebral. Si el paciente no puede atenderse clínicamente, lo más seguro es estabilizarlo con un collarín, sobre todo si presenta otras lesiones traumáticas que deban ser atendidas primero, o si es probable que se despierte y sea posible evaluarlo en un futuro próximo. No se recomienda utilizar las radiografías en –exión y extensión para visualizar la columna vertebral en un paciente que no puede ser explorado clínicamente y despejado. La RM de la co lumna cervical es una opción; sin embargo, puede sobreestimar el grado de lesión de los tejidos blandos. Puede haber cambios de señal inespecí—cos en los músculos paraespinales sin que haya una alteración signi—cativa de las estructuras discoligamentosas. Las imágenes por RM también pueden ser útiles en los pacientes con cambios degenerativos observados en la TC. Dado el curso que siguen las arterias vertebrales a través de la columna cervical, cualquier paciente con una lesión debe ser explorado para detectar el daño de una de estas arterias. También pueden le sionarse los vasos carotídeos, dependiendo del mecanismo y la fuerza de la lesión. La detección suele realizarse con una angiografía por TC del cuello y, en muchos casos, es tan buena como una angiografía por sustracción digital, además de ser menos invasiva. 6 Los Denver Screening Criteria for Vascular In jury pueden utilizarse como guía para ayudar a determinar quién necesita una angiografía ( tabla 13-4 ). En los pacientes en los que se detecta una lesión de la arteria carótida o vertebral, el tratamiento suele

A B Figura 13-8. Radiografía simple no diagnóstica en un paciente sintomático que presentó una frac tura de C6 visualizada en la tomografía computarizada (TC). A. Radiografía lateral de la columna cervical aparentemente normal. B. La TC revela una fractura no desplazada en C6 (cortesía del Dr. Wi lliam Krantz, West Virginia University, Department of Radiology y de Tadros A. Cervical spine ima ging in trauma. En: Tews M, eds. Clerkship Directors in Emergency Medicine (CDEM). Consultado el 5 de marzo de 2021. https://www.saem.org/cdem/education/online-education/m3-curriculum/ group-traumatic-and-orthopedic-injuries/cervical-spine-imaging-in-trauma). SAMPLE

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