Jarvis.Infecciones hospitalarias_7ed.

Capítulo 1 • Epidemiología de las infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria 3

inanimados en los que puedan depositarse microorganismos. Los estudios de diseminación pueden realizarse en cámaras espe ciales diseñadas para cuantificar la diseminación; aunque en oca siones han documentado una diseminación inusual, 34 en general no han sido útiles para identificar a los portadores responsables de grupos de infección. En el ámbito hospitalario, la disemina ción se identifica a través de la vigilancia de las IRAS para detec tar infecciones entre los contactos de los portadores. En algunos hospitales pueden realizarse encuestas sobre cul tivos en personal asintomático para identificar portadores de determinados organismos (p. ej., SARM en una UCI neonatal). Incluso en situaciones de brote, estas encuestas no tienen rele vancia práctica, pueden ser costosas y, de hecho, inducir a error. Esta práctica solo identifica a los que tienen cultivo positivo y no separa de forma fiable a los diseminadores colonizados de los no diseminadores. La práctica puede identificar de manera errónea a un TAS como la “fuente” y tener graves ramificaciones en el lugar de trabajo. Por ello, las encuestas sobre cultivos deben estar dirigidas por una vigilancia sólida y una investigación epidemio lógica para identificar la fuente potencial. 35 En algunos casos, la diseminación a partir de un portador puede verse influida por la presencia de una enfermedad no re lacionada, como una segunda infección. 35 Por “contaminación” se entiende la presencia transitoria de microorganismos en una superficie corporal (p. ej., las manos) sin invasión tisular ni reacción fisiológica; también se refiere a la presencia de estos en un objeto inanimado. En ediciones anteriores de este texto, los términos infecciones hospitalarias o nosocomiales se definían como aquellas que se desarrollan dentro de un hospital o son producidas por microor ganismos adquiridos durante la hospitalización. Como ya se ha comentado, la prestación y el alcance de la epidemiología sani taria se están ampliando. Los CDC hoy definen las IRAS como infecciones que los pacientes adquieren mientras reciben trata miento para otras afecciones o que los TAS adquieren al des empeñar sus funciones. 4 El Hospital Infections Program de los CDC se convirtió en la Division of Healthcare Quality Promotion a principios de la década de 2000 para reflejar una postura más proactiva en relación con la prevención de las IRAS. 4 INFECCIONES RELACIONADAS CON LA ASISTENCIA SANITARIA/NOSOCOMIALES

Las definiciones de vigilancia de las IRAS de la NHSN no están pensadas para ser utilizadas en la toma de decisiones clí nico-terapéuticas, 38,39 sino para la regulación y para identificar tendencias en las IRAS. Un paso inicial importante en cual quier investigación de brotes de IRAS es definir un “caso” de la IRAS en cuestión. El uso de definiciones uniformes es fun damental para la comparación de datos entre centros o dentro de un mismo centro a partir de sistemas agregados (p. ej., la NHSN). 38,39 La NHSN define una IRAS como una afección localizada o sistémica que es consecuencia de una reacción adversa a la pre sencia de uno o varios agentes infecciosos o sus toxinas, que no estaban presentes o incubándose en el momento del ingreso en el hospital o centro. En el caso de las IRAS bacterianas, esto signi fica que la infección suele hacerse evidente ≥ 48 horas (es decir, el periodo de incubación típico) después del ingreso. Dado que los periodos de incubación varían según el tipo de patógeno y la enfermedad subyacente del paciente, cada infección debe eva luarse de manera individual. Dos situaciones especiales son las infecciones en un neonato resultantes del paso por el canal del parto y una infección adqui rida en el hospital que no se hace evidente hasta después del alta hospitalaria. La mayoría de las IRAS se manifiesta clínicamente mientras los pacientes están todavía en el centro; sin embargo, los estudios han proporcionado estimaciones muy variables de las ISQ detectadas tras el alta hospitalaria. 41 Dado que las estan cias hospitalarias posoperatorias siguen disminuyendo, es posi ble que muchas ISQ no se detecten hasta varias semanas después del alta y que no requieran el reingreso en el hospital donde se produjo la operación. En estos casos, el periodo de incubación de la infección fue más largo que la estancia inicial del paciente en el hospital. Esta secuencia también puede observarse en algu nas infecciones de recién nacidos y en infecciones mamarias de mujeres puérperas. Dos situaciones especiales que no suelen considerarse IRAS son (i) la extensión de infección(es) ya presente(s) en el mo mento del ingreso, a menos que un cambio en el patógeno o en los síntomas sugiera claramente la adquisición de una nueva infección, y (ii) la infección en un lactante de la que se sabe o se ha demostrado que ha sido adquirida por vía transplacenta ria (p. ej., toxoplasmosis, sífilis) y que se hace evidente ≤ 48 ho ras después del nacimiento. Las infecciones que se incuban en el momento del ingreso del paciente en el centro tampoco se consideran IRAS, sino infecciones adquiridas en la comunidad, a menos que sean consecuencia de una exposición reciente a la asistencia sanitaria. Sin embargo, las infecciones adquiridas en la comunidad pueden transmitirse a otros pacientes o TAS dentro del centro y deben considerarse dentro del ámbito de las infecciones relacionadas con el hospital. Las IRAS prevenibles frente a las no prevenibles constituyen un concepto importante. Por ejemplo, un TAS que no se higie niza las manos entre el contacto con el equipo de recogida de orina de dos pacientes puede transmitir patógenos del primer paciente al segundo, lo que tal vez provoque una infección de las vías urinarias (IVU). La higiene de las manos entre pacientes podría haber evitado que se produjera esta infección. Sin em bargo, la identificación retrospectiva de un acontecimiento de este tipo es difícil y debe diferenciarse de las infecciones proce dentes de la flora endógena de los propios pacientes (p. ej., de Escherichia coli ). A menudo es difícil identificar el modo exacto de adquisición de cada IRAS. Más de un modo de transmisión puede contribuir al desarrollo de la misma infección, y no todos son prevenibles. Una infección no prevenible es aquella que se producirá a pe sar de todas las precauciones posibles, por ejemplo, la infección en un paciente inmunodeprimido debido a la flora endógena. En el pasado, se calculaba que cerca de 30% de todas las IRAS era evitable; 1 sin embargo, estudios recientes que documentan la práctica eliminación de ITHAVC en pacientes ingresados en

El sistema National Nosocomial Infections Surveillance (NNIS) de los CDC se desarrolló a principios de la década de 1970 para vigilar la incidencia de las IRAS y sus factores de riesgo y patógenos asociados. 36,37 La NHSN de los CDC se creó en 2005 para integrar el NNIS con otros dos sistemas de vigilan cia de los CDC, la Dialysis Surveillance Network y el National Surveillance System for Healthcare Workers. La recopilación, notificación y análisis de datos de la NHSN se organizan ahora en seis componentes: seguridad del paciente, seguridad del per sonal sanitario, biovigilancia, centros de atención a largo plazo, diálisis y componentes de procedimientos ambulatorios. La NHSN utiliza métodos y definiciones establecidos de acuerdo con protocolos de módulos específicos. Hace décadas, el NNIS solo contaba con unos 300 centros; en la actualidad, la NHSN cuenta con más de 25000 centros participantes. 38,39 Desde la última edición de este texto, la NHSN ha lanzado diversos com ponentes nuevos. Por ejemplo, el módulo Antibiotic Utilization and Resistance (AUR) se diseñó para recopilar y comparar los datos de uso o resistencia a los antimicrobianos para informar las intervenciones de administración de antimicrobianos y re ducir infecciones causadas por patógenos resistentes a los an timicrobianos. 40 La NHSN se adaptó rápido a la pandemia de COVID-19, proporcionando datos nacionales para capturar los casos de SARS-CoV-2 en los centros de atención a largo plazo y las tendencias de las clínicas de diálisis e informar la respuesta al brote y otras actividades de prevención. Copyright © 2024 Wolters Kluwer, Inc. Unauthorized reproduction of the content is prohibited.

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