Jarvis.Infecciones hospitalarias_7ed.

SECCIÓN I

Consideraciones generales sobre las infecciones hospitalarias

CAPÍTULO 1

Belinda Ostrowsky • Priya Nori

Epidemiología de las infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria

INTRODUCCIÓN E IMPORTANCIA/ PAPEL CRECIENTE DE LA EPIDEMIOLOGÍA EN LOS CENTROS SANITARIOS El término epidemiología procede del griego epi (sobre), demos (gente o población) y logos (palabra o razón). El significado li teral, “el estudio de las cosas que le ocurren a la gente”, ha evo lucionado hasta convertirse en el estudio de las epidemias a lo largo de la historia. 1,2 La Harvard School of Public Health define la epidemiología como “el estudio de la frecuencia, la distribu ción y los factores determinantes de las enfermedades en los seres humanos. Los epidemiólogos utilizan muchos enfoques, pero el objetivo final de la investigación epidemiológica es la prevención o el control eficaz de las enfermedades humanas”. 3 Durante muchos años, la población objeto de debate en este texto fueron los pacientes predominantemente hospitalizados, y se utilizaron los términos infección hospitalaria o nosocomial. Dado que en los últimos años se ha ampliado el espectro de la asistencia sanitaria y la interacción entre los distintos tipos de centros sanitarios (hospitales, centros de cuidados a largo plazo, de cuidados agudos a largo plazo, de rehabilitación, de asisten cia ambulatoria y quirúrgicos ambulatorios), en este capítulo se utilizará el término infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria (IRAS) (que se seguirá utilizando de manera indistinta con nosocomiales, según proceda). 4 Según datos de 2002, tan solo en los hospitales las IRAS eran responsables de 1.7 millones de infecciones y 90000 muertes al año. Datos más recientes sugieren mejoras, pero las estimaciones siguen indicando que uno de cada 31 pacientes hospitalizados padece una IRAS. 4,5 Los centros sanitarios atienden ahora a pa cientes más complicados, incluidos aquellos con un creciente compromiso inmunitario, múltiples comorbilidades y la nece sidad de cuidados de nivel de unidad de cuidados intensivos (UCI). El uso global y la duración de los dispositivos invasivos, el

número y los tipos de procedimientos invasivos han aumentado. El creciente censo hospitalario ha provocado una escasez de personal y una disminución de la proporción personal-paciente. Además, a lo largo de varias décadas han aparecido organismos multirresistentes (OMR) y nuevos patógenos. 6 Todos estos factores se han sumado al reto de prevenir y con trolar las IRAS. 6,7 A pesar de ello, datos recientes demuestran que las IRAS son prevenibles en mayor medida de lo estimado con anterioridad. 8 Los centros de todo el país han utilizado interven ciones colegiadas, y las medidas de prevención les han permitido reducir de manera sustancial las IRAS, como las infecciones del tracto hemático asociadas con la vía central (ITHAVC) y las infec ciones del sitio quirúrgico (ISQ). 9-12 A principios del 2000, la incidencia y gravedad de las infeccio nes por Clostridioides difficile aumentaron de forma espectacular. En Norteamérica y Europa se produjeron brotes regionales ge neralizados asociados con una cepa hipervirulenta (B1NAP1) de C. difficile poco frecuente hasta entonces. El aumento de la pro ducción de toxinas y otros factores de virulencia contribuyeron a una enfermedad más grave y refractaria, ingresos en la UCI, colectomías y muertes. 13,14 A pesar de las mejoras, C. difficile si gue siendo un reto para la comunidad epidemiológica sanitaria. Además de las estrategias de prevención de infecciones y control ambiental, se requieren políticas formalizadas de administración de antimicrobianos que aborden la prescripción excesiva de an tibióticos de amplio espectro. 15,16 Desde ediciones anteriores de este texto, en Estados Unidos se han aprobado leyes a nivel estatal que obligan a los hospitales a notificar datos específicos sobre las IRAS. 17 Las organizaciones profesionales de control de infecciones y de epidemiología sani taria ayudaron a elaborar la legislación y a poner en marcha las políticas necesarias para cumplir estos requisitos. 17-20 Cada estado pudo elegir las IRAS, las medidas específicas y los mecanismos de notificación. Asimismo, la mayoría de los estados adoptó defini ciones, plantillas e informes a través de los Centers for Disease

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Los resultados y conclusiones de este artículo son responsabilidad de los autores y no representan necesariamente la posición oficial de los Centers for Disease Control and Prevention (CDC).

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