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MEDICINA NUCLEAR. Fundamentos

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Tabla 17-4 TÉCNICAS DE DISTRACCIÓN Técnicas

Descripción

Juegos interactivos

Para distraer la atención del paciente durante el procedimiento se pueden utilizar aplicaciones adecuadas con la edad en una tableta. La música es una importante herramienta para tranquilizar a los pacientes. Los niños pueden escuchar su(s) canción(es) favorita(s) en un teléfono, tableta u otro dispositivo disponible. Los libros apropiados para la edad son uno de los métodos de distracción pediátrica más útiles. Los cuentos pueden leerse en voz alta al niño y se le puede involucrar aún más haciéndole preguntas sobre la historia. Los niños pueden distraerse con películas y dibujos animados apropiados para su edad que aparecen en una tableta o en la televisión. Los bebés y niños pequeños pueden distraerse con peluches y juguetes que se iluminan, zumban o tocan música. Antes de iniciar el procedimiento, comunique al niño que recibirá una recompensa una vez finalizado el estudio y pregúntele qué tipo de premio le gustaría. En muchos centros de imágenes pediátricas hay un cofre del tesoro con juegos, libros, juguetes y peluches. También es posible que el adulto acompañante ya tenga planeada una recompensa y que pueda involucrar al niño hablando de la recompensa.

Música

Leer

Películas y dibujos animados

Juguetes luminosos y peluches

Recompensas

Fuente: Trottier y cols. Ref. 47.

diferenciado de tiroides (CDT) en la población pediátrica (16,56). La resección quirúrgica suele recomendarse en los niños con un nódulo tiroideo autónomo (17). Existen consideraciones específicas para la ablación con 131 I en la enfermedad de Graves pediátrica. La ablación tiroidea con 131 I no se realiza en pacientes menores de 5 años de edad. La dosis máxima en los pacientes de entre 5 y 10 años es de 10 mCi. La ablación no se lleva a cabo en los pacientes con una glándula tiroides ≥ 80 g (16). La ablación con 131 I puede utilizarse como tratamiento de primera línea o después de un ensayo con metimazol. La dosis administrada es una dosis fija de entre 10 y 15 mCi o una dosis calculada en función del peso de la glándula para suministrar 200-300 μCi/g de tejido tiroideo (16,17). Se recomienda realizar la ecografía tiroidea, no solo para esti mar el tamaño de la glándula para la determinación de la dosis de yodo radioactivo, sino para asegurar que el paciente no tiene un nódulo tiroi deo asociado que haría necesaria la realización de una tiroidectomía total para tratar tanto la enfermedad de Graves como el nódulo tiroideo potencialmente neoplásico. Cáncer diferenciado de tiroides Aunque la incidencia de nódulos tiroideos es mayor en los adultos que en los niños, el riesgo de malignidad dentro de un nódulo tiroideo es mayor en estos últimos (16,56). Al igual que en los adultos, el CDT es el tipo más frecuente de cáncer de tiroides. El carcinoma papilar de tiroides (CPT) y el carcinoma folicular de tiroides (CFT) representan el 95% y el 5% de los CDT. Los CDT suelen ser yodados y muy sensibles a la TSH (57). A diferencia de los adultos, los niños suelen tener una enfermedad avanzada al momento del diagnóstico. A pesar de ello, el pronóstico a largo plazo es mejor que en los adultos. Por estas y otras razones se hicie ron guías específicas para el diagnóstico y el tratamiento de los niños con nódulos tiroideos y CDT (58). Nuevamente, a diferencia de los adultos, la tiroidectomía total o casi total, a diferencia de la lobectomía, es la cirugía recomendada para el CDT pediátrico, con disección central y lateral del cuello según esté indicado (59). Después de la tiroidectomía total, se rea liza una gammagrafía con 123 I de cuerpo entero para la estadificación en pacientes clasificados como de riesgo intermedio o alto según la defini ción de la American Thyroid Association (fig. 17-3) (59). Se recomienda la SPECT/TC para localizar los focos de captación anómala (57,60).

es que, a diferencia de la gammagrafía, la ecografía no puede evaluar la función tiroidea. Se prefiere el 99m Tc-pertecnetato para la gammagrafía neonatal de tiroides debido a su disponibilidad, menor coste, menor dosis de radia ción para la glándula tiroides, obtención de imágenes en los 30 min siguientes a la inyección y mayor calidad en la imagen en comparación con el 123 I. Sin embargo, el 99m Tc-pertecnetato solo refleja el captura por la glándula tiroides y no sufre metabolización posterior, es decir, la orga nificación. Otra limitación para el uso del 123 I en esta población es que los neonatos no pueden tragar una cápsula. Para administrarlo en forma líquida, se requiere una cámara de flujo laminar que puede no estar dis ponible en todas las instalaciones de MN (14,15,17). La gammagrafía tiroidea debe realizarse en los 7 días posteriores al inicio de la sustitución de la hormona tiroidea. De lo contrario, la supre sión resultante de la TSH dará lugar a la falta de acumulación del radio fármaco en la glándula tiroidea. La interpretación de las gammagrafías tiroideas de MN en los neonatos con HC primario ejemplifica el patrón de abordaje en la obtención de imágenes. Los cinco patrones principa les en las gammagrafías tiroideas de MN incluyen la ausencia de capta ción tiroidea , la disminución de la captación eutópica , el aumento de la captación eutópica , la captación ectópica y los patrones de hemiagenesia tiroidea (fig. 17-2 y tabla 17-5) (14,17,48,51,52). Es posible ver una gam magrafía tiroidea de MN normal, aunque raras veces, en pacientes con HC transitorio cuyos resultados de las pruebas de función tiroidea se han normalizado. Enfermedad de Graves La causa más frecuente de hipertiroidismo en pediatría es la enfermedad de Graves. Al igual que en el caso de los adultos, en MN la gammagra fía tiroidea puede ser útil para diferenciar las causas del hipertiroi dismo (53-55). La única indicación para la ablación tiroidea con 131 I en el hipertiroidismo pediátrico es la enfermedad de Graves. Al igual que en los adultos, la paciente no debe estar lactando ni embarazada y junto con su familia debe cumplir con las precauciones de seguridad de la radiación. La ablación tiroidea con 131 I no es una opción terapéutica para los niños con nódulos tiroideos autónomos o bocio multinodular tóxico debido al efecto mutagénico del yodo radioactivo de baja acti vidad y al mayor riesgo de que se descubra incidentalmente un cáncer

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