Hansen. Manual de Neonatología

26   Sección I  ■  Valoración y afecciones prenatales

rioro progresivo de la función hepática o renal, desprendimiento de pla- centa, cefalea intensa persistente, alteraciones visuales o dolor epigástrico. e No se deben administrar fármacos antihipertensivos a la madre de forma sistemática, ya que no se ha demostrado que mejoren el resultado en la preeclampsia leve. f Cuando está indicado provocar el parto prematuro , se prefiere el parto vaginal. La cesárea se reserva para los casos de pérdida de bienestar fetal, cuando no es posible continuar la valoración fetal o cuando el estado de la madre se deteriora rápidamente y exige acelerar el parto (p. ej., en el síndrome HELLP con un recuento plaquetario en descenso, o despren- dimiento de placenta). B Tratamiento de la preeclampsia durante el parto . 1 El sulfato de magnesio no se recomienda de manera habitual a las mujeres con preeclampsia sin manifestaciones graves o hipertensión gestacional, a menos que haya síntomas de agravación de la enfermedad, como PAS superior a 160 mm Hg, PAD superior a 110 mm Hg o síntomas maternos. 2 El tratamiento antihipertensivo no se recomienda, a menos que la PAS sea superior a 160 mm Hg o la PAD superior a 110 mm Hg. 3 Se recomienda la monitorización electrónica continua fetal por la posi- bilidad de disfunción placentaria en la paciente con preeclampsia. Debe mantenerse durante la valoración inicial, la inducción de la dilatación y el período de expulsión. La monitorización continua tiene menor utilidad si se mantiene una actitud conservadora durante un período prolongado. Los patrones que sugieren afectación fetal son: taquicardia continua, variabilidad mínima o ausente, y desaceleraciones tardías recurrentes que no responden a las medidas de reanimación habituales. 4 Se puede administrar anestesia epidural con seguridad a la paciente si el recuento de plaquetas es superior a 70.000 y los datos no sugieren coagu- lación intravascular diseminada. Se debe plantear la colocación precoz de un catéter epidural cuando el recuento de plaquetas sea razonable y exista la probabilidad de que esté disminuyendo. Cualquier tipo de anestesia la administrará personal adecuadamente entrenado y experimentado en el cui- dado de mujeres con preeclampsia, debido a las alteraciones hemodinámicas que se asocian con este trastorno. Hay que asegurarse de que la precarga es adecuada para minimizar el riesgo de hipotensión. 5 En ocasiones excepcionales está indicada la monitorización central invasiva de la madre, incluso en casos de preeclampsia grave. C Tratamiento posparto . El estado de la madre puede empeorar inmedia- tamente después del parto. Sin embargo, los signos y los síntomas sue- len empezar a resolverse en las 24‑48 horas siguientes al parto y, en la mayoría de las mujeres, han desaparecido por completo en el plazo de 1‑2 semanas. VII Tratamiento de la preeclampsia grave (fig. 3‑1). A Momento del parto . 1 Si la edad gestacional es inferior a 23 semanas o superior a 34 semanas , está indicado el parto. 2 Antes de las 34 semanas puede intentarse el tratamiento conservador , a menos que haya evidencia de eclampsia, edema pulmonar, coagulación intravascular diseminada, hipertensión grave incontrolable, feto no viable, resultados anormales de la prueba fetal, desprendimiento placentario o muerte fetal intraparto. En estas situaciones, el objetivo es estabilizar a la AMPLE

Made with FlippingBook Online newsletter