Hamill. Biomecánica_5ed

58 Sección I PRINCIPIOS DEL MOVIMIENTO HUMANO ambas manos planas en el suelo). La hipermovilidad positiva y la puntuación máxima en la prueba se describen entre parénte- sis (57). El síndrome de Ehlers-Danlos no tiene cura, pero puede con- trolarse. Los síntomas más comunes son dolor debido a la inesta- bilidad o sobrecarga de las articulaciones. También es frecuente la fatiga. La terapia puede centrarse en mantener o desarrollar el tono y la fuerza muscular, ayudar al equilibrio y a la coordina- ción de los movimientos, y trabajar en el aumento de la actividad física general mientras se vigila para evitar la irritación. Las estructuras del cuerpo humano pueden analizarse mecánica- mente mediante una curva de tensión-deformación para ayudar a determinar sus propiedades básicas. Las curvas de tensión-de- formación ilustran las regiones plástica y elástica y el módulo elástico de una estructura. Las estructuras y los materiales pue- den clasificarse como elásticos o viscoelásticos con base en sus curvas de tensión-deformación. Estas propiedades mecánicas básicas pueden proporcionar información acerca de cómo se realiza un movimiento. El esqueleto está compuesto por huesos, articulaciones, car- tílago y ligamentos. Proporciona un sistema de palancas que permite una variedad de movimientos en las articulaciones, provee una estructura de soporte, actúa como un sitio para la inserción muscular, protege a las estructuras internas, almacena grasa y minerales, y participa en la formación de células sanguí- neas. El hueso es un órgano con vasos sanguíneos y nervios que corren a través de él. Los tipos de huesos que componen el sistema esquelético (largos, cortos, planos e irregulares) tienen formas diferentes, realizan funciones distintas, y están compuestos por proporcio- nes diferentes de tejido óseo esponjoso y cortical. El tejido óseo es una de las estructuras más duras del cuerpo debido a sus propiedades orgánicas e inorgánicas. El tejido óseo se remodela constantemente mediante el depósito y la resor- ción de tejido. La modelación del hueso es causal tanto de la forma como del tamaño del hueso, y la remodelación mantiene la masa ósea mediante resorción y el depósito en el mismo sitio. El hueso es sensible al desuso y a la carga. El tejido óseo se deposita en respuesta a la carga sobre el hueso, y es removido mediante resorción cuando no está sujeto a tensión. Una de las formas de incrementar la fortaleza y la densidad del hueso es a través de un programa de actividad física. La osteoporosis ocu- rre cuando la resorción del hueso excede al depósito del mismo y el hueso se debilita. El estudio de la arquitectura del tejido óseo identifica dos tipos de hueso: el cortical y el esponjoso. El hueso cortical, que se encuentra en el exterior del hueso y en el cuerpo de los hue- sos largos, está adaptado para manejar niveles altos de cargas de compresión y tensión producidas por los músculos. El hueso esponjoso está adaptado para el almacenamiento de energía y facilita la distribución de la tensión dentro del hueso. El hueso es tanto anisotrópico como viscoelástico en su res- puesta a las cargas, y responde de diferente forma de acuerdo con la dirección de la carga y la velocidad a la que se aplica la RESUMEN

carga. Cuando se somete a una carga por primera vez, el hueso responde mediante la deformación a través de un cambio en la longitud o en la forma, lo que se conoce como respuesta elás- tica. Con la carga continua se producen microdesgarros en el hueso a medida que falla durante la fase plástica. El hueso se considera un material flexible y débil en comparación con otros materiales como el vidrio y el acero. El sistema esquelético está sujeto a una variedad de cargas, y puede manejar cargas compresivas más grandes en compara- ción con las cargas tensiles o de cizallamiento. Por lo general, el hueso presenta cargas en más de una dirección, como en el doblamiento, en el que se aplican tanto cargas de compresión como de tensión, y en las cargas de torsión, en las que se pro- ducen cargas de cizallamiento, compresión y tensión. El hueso se lesiona cuando la carga aplicada sobrepasa la fortaleza del material. En el sistema esquelético se encuentran dos tipos de cartí- lago. El cartílago articular o hialino cubre los extremos de los huesos a nivel de las articulaciones sinoviales. Este cartílago está compuesto por agua y una matriz sólida de colágeno y proteo- glucano. Las funciones del cartílago articular son atenuar el impacto en la articulación, mejorar el ajuste de la articulación y proporcionar una fricción mínima en la articulación. El cartílago tiene propiedades viscoelásticas en su respuesta a las cargas. Un segundo tipo de cartílago, el fibrocartílago, ofrece transmisión de cargas y estabilidad adicionales a la articulación. El fibrocartí- lago a menudo se conoce como disco articular o menisco. Los ligamentos conectan hueso con hueso y se clasifican como capsulares, intracapsulares o extracapsulares, depen- diendo de su localización en relación con la cápsula articular. Los ligamentos muestran un comportamiento viscoelástico. Responden a las cargas al volverse más rígidos a medida que la carga se incrementa. Los movimientos de los huesos largos se producen en la articulación sinovial, una articulación con características comu- nes como la presencia de cartílago articular, una cápsula, una membrana sinovial y ligamentos. La articulación sinovial puede lesionarse por un esguince, en el que se lesionan los ligamentos. Una técnica de rehabilitación para aumentar la circulación de un ligamento, músculo o tendón lesionado es el llamado masaje de fricción cruzada, en el que se aplica una fuerza a través del tejido. Las articulaciones también son susceptibles a la degene- ración caracterizada por la degradación del cartílago y el hueso. Esta degeneración se conoce como osteoartritis. Una condi- ción genética que influye en las articulaciones es el síndrome de Ehlers-Danlos, una condición en la que el tejido conectivo se debilita.

La cantidad de movimiento entre dos segmentos está in- fluenciada en gran parte por el tipo de articulación sinovial. Por ejemplo, la articulación planar permite la traslación simple entre las superficies articulares; la articulación en bisagra per- mite flexión y extensión; la articulación en pivote permite ro- tación; la articulación condilar permite flexión y extensión con cierto grado de rotación; la articulación elipsoide y la articu- lación en silla de montar permiten flexión, extensión, abduc- ción y aducción, y la articulación de esfera y socket permite flexión, extensión, abducción, aducción y rotación. Otros tipos de articulaciones —sinartrodial y anfiartrodial— permiten poco o ningún movimiento. SAMPLE

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