Hamill. Biomecánica_5ed

56 Sección I PRINCIPIOS DEL MOVIMIENTO HUMANO tra en las placas epifisiarias, o fibrocartílago, como en la sínfisis del pubis y en las articulaciones intervertebrales. El movimiento en estas articulaciones también es limitado, aunque no en el grado de las articulaciones sinartrodiales. Osteoartritis La lesión de las estructuras de la articulación diartrodial puede presentarse durante una carga de gran magnitud, o mediante la carga repetitiva durante un periodo extendido. El cartílago articular en las articulaciones está especialmente sujeto al des- gaste durante la vida de una persona. La osteoartritis es una enfermedad caracterizada por la degeneración del cartílago arti- cular, lo que conduce a la formación de fisuras, fibrilación y por último desaparición del espesor total del cartílago articular. La osteoartritis es el principal trastorno crónico, y es la principal causa de discapacidad en personas de 65 años de edad o mayo- res (2). La osteoartritis comienza como resultado de trauma- tismo o desgaste repetitivo en la articulación que provoca un cambio en la sustancia articular hasta el punto de una elimina- ción real de material generada por acción mecánica. Esto resulta en disminución de las áreas de contacto y erosión del cartílago a través del desarrollo de puntos rugosos en el cartílago. Los puntos rugosos progresan a fisuras, y eventualmente se vuelven tan profundas que provocan exposición del hueso subcondral. Se forman osteofitos o quistes dentro y alrededor de la articula- ción, y este es el comienzo de la enfermedad articular degenera- tiva u osteoartritis. Las radiografías en la figura 2-43 muestran

las áreas de degeneración articular asociadas con la osteoartritis de la cadera y las vértebras. Se ha teorizado que la osteoartritis se desarrolla primero en el hueso subcondral o esponjoso por debajo de la articulación (51). El cartílago que cubre al hueso en la articulación es del- gado; en consecuencia, el hueso subcondral subyacente absorbe el impacto de la carga. Las cargas repetitivas o desiguales en la articulación causan microfracturas en el hueso subcondral. Cuando las microfracturas sanan, el hueso subcondral se vuelve más rígido y menos capaz de absorber el impacto, pasando esta función al cartílago. El cartílago se deteriora como consecuen- cia de esta sobrecarga, y el cuerpo deposita hueso en la forma de osteofitos para incrementar el área de contacto. La osteoartritis ha demostrado que no tiene relación con la hiperlaxitud de la articulación (4), los niveles de osteopo- rosis (26), o la actividad física general (39). Sin embargo, una articulación lesionada se deteriora a una tasa más rápida, lo que la hace más susceptible al desarrollo de osteoartritis. Adicio- nalmente, el riesgo de osteoartritis incrementa por factores como el tipo de empleo, el nivel de participación en activida- des deportivas y los niveles de intensidad de ejercicio (23). Levantar cargas pesadas y la torsión se consideran factores con- tribuyentes, pero los niveles de actividad física elevados no pare- cen ser un factor de riesgo. La inmovilización de una articulación también puede gene- rar osteoartritis, ya que la articulación y el cartílago requieren de cargas y compresión para intercambiar nutrientes y produc- tos de desecho (46). Luego de solo 30 días de inmovilización,

Aorta abdominal calcificada

Gas en el intestino grueso

Osteoesclerosis subcondral Figura 2-43. La osteoartritis se caracteriza por cambios físicos en la articulación que consisten en la erosión del cartílago y la formación de quistes y osteofitos. Esta radiografía muestra osteoartritis en la cadera y las vértebras. SAMPLE Osteofitos

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