Hamill. Biomecánica_5ed

Capítulo 2 Consideraciones esqueléticas para el movimiento 45

A

Avulsión del cuadrado

B

Avulsión del sartorio

Placa epifisiaria fracturada

FUERZA EN VALGO

D

Avulsión del aductor

C

Avulsión del isquiotibial

E

Avulsión del iliopsoas

fisis femoral distal. En la figura 2-28 se presenta el mecanismo de lesión y el daño epifisiario resultante. Los efectos de dichas fracturas en los niños en crecimiento pueden ser significativos, ya que esta epífisis representa alrededor de 37% del crecimiento del hueso en longitud (14). Las fuerzas de compresión, tensión y cizallamiento aplicadas en forma simultánea al hueso son importantes en el desarrollo de la fortaleza del hueso. La figura 2-29 ilustra líneas de estrés tanto compresivas como tensiles en la tibia y el fémur al correr. La for- taleza del hueso se desarrolla a lo largo de estas líneas de tensión. Figura 2-28. La fractura de la epífisis femoral distal por lo gene- ral es el resultado de una fuerza de cizallamiento. Esto se produce comúnmente por una fuerza en valgo aplicada sobre el muslo o al hacer palanca con el pie fijo y la rodilla hiperextendida.

las fuerzas de compresión de forma diferente. Por ejemplo, la tibia y el fémur participan en el soporte de peso en la extremi- dad inferior, y son más fuertes cuando se cargan con una fuerza compresiva. El peroné, que no participa de manera significativa en el soporte de peso, pero es un sitio para la inserción mus- cular, es más fuerte cuando se aplican fuerzas de tensión (47). Una evaluación de las diferencias encontradas en el fémur ha revelado mayores capacidades de fortaleza de tensión en el ter- cio medio del cuerpo, el cual se carga a través de una fuerza de doblamiento al soportar peso. En el cuello femoral, el hueso puede soportar altas fuerzas de compresión, y los sitios de inser- ción de los músculos tienen una gran fortaleza de tensión (47). FUERZAS DE CIZALLAMIENTO Las fuerzas de cizallamiento son causales de algunos de los pro- blemas en los discos vertebrales, como la espondilolistesis, en la que las vértebras se deslizan en forma anterior una sobre otra. En las vértebras lumbares, la fuerza de cizallamiento se incre- menta con la hiperlordosis (24). El tirón del músculo psoas sobre las vértebras lumbares también incrementa las fuerzas de cizallamiento sobre las vértebras. Esta lesión se discute con mayor detalle en el capítulo 7. Los ejemplos de fracturas causadas por fuerzas de cizalla- miento se encuentran comúnmente en los cóndilos femora- les y la meseta tibial. El mecanismo de lesión para ambos por lo general es la hiperextensión de la rodilla a través de algún grado de fijación del pie y una fuerza en valgo o medial sobre el muslo. En los adultos, esta fuerza de cizallamiento puede fracturar un hueso así como lesionar los ligamentos colaterales o cruzados (41). En los niños en crecimiento, esta fuerza de cizallamiento puede crear fracturas epifisiarias, como en la epí- Figura 2-27. Las fracturas por avulsión pueden ser el resultado de la tensión aplicada por un tendón o un ligamento. Los sitios de frac- turas por avulsión en la región pélvica incluyen la espina iliaca ante- rior superior (A) , la espina iliaca anterior inferior (B) , la tuberosidad isquiática (C) , el hueso púbico (D) y el trocánter menor (E) .

SAMPLE

Figura 2-29. Las líneas de tensión compresiva ( líneas negras grue- sas ) y la fuerza de tensión ( líneas negras delgadas y líneas azules ) para el fémur distal y la tibia proximal durante la fase de apoyo al correr.

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