Feigenbaum. Ecocardiografía
Prefacio
«Afortunadamente, el libro es lo suficientemente breve y el texto es lo suficientemente legible para atraer a los médicos que no desean implicarse personalmente en realizar la exploración, sino que simplemente quieren saber más sobre las capacidades y limitaciones de la técnica. Estos conoci- mientos son necesarios si se desea emplear esta herramienta diagnóstica del modo más eficiente y provechoso para ayudar a tratar a los pacientes cardíacos.» Harvey Feigenbaum 1972 Del Prefacio de la primera edición de Ecocardiografía
La primera edición de Ecocardiografía se publicó en 1972. Tenía 239 páginas y estaba dedicada exclusivamente a la técnica en modo M. La obra ha evolucionado para incluir nuevas tecnologías y aplicacio- nes. Nuevos avances han ampliado el papel de la ecocardiografía para evaluar a los pacientes de una forma cada vez más detallada y sofisti- cada. Para ir al ritmo de estos cambios, el texto ha crecido hasta casi las 800 páginas, con más de 2000 ilustraciones y acceso a un eBook gratuito con vídeos asociados allí donde aparece este símbolo en la obra impresa. Como las anteriores, la 8. a edición de Feigenbaum. Ecocardio- grafía se ha centrado en los usos probados de la ecocardiografía, y pretende ser un recurso para los profesionales dedicados ya a la práctica de la ecocardiografía clínica o para los que se están for- mando. Como la primera edición, esperamos que ésta última sea un recurso útil para los médicos en ejercicio, demostrando el papel esencial que tiene la ecocardiografía en el manejo y el tratamiento de los pacientes. Hemos intentado destacar cómo los nuevos méto- dos complementan y mejoran los tradicionales, y cómo otras mo- dalidades de obtención de imágenes pueden ser complementarias y aditivas a la ecocardiografía para la toma de decisiones clínicas. En la medida de lo posible, se han evitado las referencias específicas a métodos y técnicas de una plataforma que sólo tienen interés en la investigación, y en cambio nos hemos centrado en las aplicaciones clínicamente relevantes y ampliamente disponibles. Las tasas de utilización de las pruebas de imagen han estado bajo estrecha supervisión, y corresponde al médico y al ecocardiografista
ser administradores responsables de los recursos médicos. Para ello, hemos intentado aportar directrices sobre su empleo basadas en la evidencia, incluyendo cuándo y con qué frecuencia debe realizarse un ecocardiograma. Siempre que ha sido posible, hemos incluido una tabla con los criterios de uso adecuado para el empleo de la ecocardiografía. Reconociendo el acceso instantáneo y casi univer- sal a la bibliografía médica, incluyendo orientaciones o guías clí- nicas, documentos de posición y otros documentos de opinión de expertos, hemos reducido al mínimo las referencias a la bibliografía médica y limitado la reproducción de tablas de datos normativos de fácil disponibilidad para el lector. Hemos concentrado los esfuerzos en proporcionar información que sea perdurable y relevante para toda la vida de esta edición. Al igual que en la primera y las siguientes ediciones, hemos tratado de abordar el diagnóstico ecocardiográfico desde la pers- pectiva del médico clínico, en lugar de sólo desde la del ecocardio- grafista. Creemos que es más útil abarcar el arte y la ciencia de la ecocardiografía presentando la información en el contexto clínico. Ello se debe a que nosotros también somos médicos y consultores, y estamos comprometidos con el concepto de que la ecocardiografía es una herramienta esencial que debe integrarse en la evaluación diagnóstica de prácticamente todas las formas de enfermedad car- diovascular. Esperamos que la 8. a edición sirva para ayudar a formar a una nueva generación de ecocardiografistas, compañeros y eco- grafistas, y que sea una valiosa referencia para todos los que com- parten nuestra pasión por este campo.
William F. Armstrong Thomas Ryan AMPLE
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