Feig.Manual MD Anderson_7ed
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Capítulo 6 / Sarcoma de tejidos blandos y huesos
así como un asesoramiento apropiado sobre las expectativas postoperatorias. En los casos con estructuras vascu lares próximas, deben llevarse a cabo preparativos para una posible resección vascular con reconstrucción. En el quirófano, se debe revisar la RM o TC preoperatoria y colocar y cubrir al paciente adecuadamente para permitir la resección y la reconstrucción vascular. Los márgenes deben delimitarse desde los bordes de la lesión e, idealmente, debe efectuarse una resección completa del tumor en bloque con un margen de 2 cm. Es comprensible que no siempre se pueda conseguir un margen de 2 cm cuando se intenta conservar la función postoperatoria y, por lo tanto, queda a criterio del cirujano equilibrar la dimensión del margen con la proximidad a estructuras importantes. Las incisiones deben orientarse a lo largo del eje longitudinal de la extremidad, incluyendo las cicatrices de biopsias por incisión previas. Los planos aponeuróticos, cuando estén implicados, deben incluirse con la pieza. Las zonas tumorales cercanas a los márgenes de la pieza resecada pueden enviarse para el análisis por congelación, con la advertencia de que este análisis puede ser difícil de interpretar, sobre todo en los pacientes que han recibido RT preoperatoria. Si existe una preocupación importante por un margen positivo, se puede hacer una resección adicional; sin embargo, aumen taría significativamente la morbilidad. Se puede realizar un cierre temporal empleando una matriz biológica o un dispositivo asistido por vacío hasta que vuelvan los resultados anatomopatológicos definitivos. A continuación, puede efectuarse una ampliación de la resección quirúrgica o una reconstrucción. Tras la resección en bloque de la pieza quirúrgica, el cirujano debe orientar la pieza y llevarla directamente a patología para garantizar que la orientación de la pieza y los márgenes reales se comunican con precisión al anato mopatólogo. Deben colocarse clips a lo largo de los bordes de la zona de resección quirúrgica para su localización, en caso de que se necesite RT adyuvante adicional o para ayudar en caso de que sea necesaria una ampliación de la resección quirúrgica adicional. Deben colocarse tubos de drenaje quirúrgicos en las zonas de alto riesgo de seroma, lo que debe analizarse con el cirujano reconstructivo antes de su colocación. El paciente es sometido a una resección quirúrgica con márgenes negativos sin necesidad de resección vascular o nerviosa. Se lleva a cabo un cierre con un complejo colgajo de rotación. Los pacientes deben ser llevados al servicio de hospitalización general correspondiente en función de la dura ción y la complejidad de su resección y reconstrucción. Se debe realizar un control estricto del colgajo utilizado para la cobertura del tejido blando. La fisioterapia y la terapia ocupacional deben evaluar al paciente y determinar sus necesidades ambulatorias antes del alta. La dieta puede avanzarse rápidamente en la mayoría de los casos y los tubos de drenaje quirúrgicos pueden retirarse cuando el flujo sea mínimo durante varios días seguidos, por lo regular con seguimiento ambulatorio. El tratamiento posterior debe determinarse en función del estado de los márgenes, el grado histológico y la presencia o ausencia de otras ubicaciones de la enfermedad. En los casos en los que se necesita RT adyuvante, esta puede iniciarse por lo general entre 4 y 6 semanas tras la resección si no hay complicaciones en la herida. Los pacientes deben recibir seguimiento cada 3 a 6 meses durante los primeros 2 a 3 años con una exploración física y, en función de su riesgo de recidiva, se debe repetir la RM o la TC torácica. Esto también debe adaptarse en función de su tipo histológico, ya que determinados tipos histológicos pueden beneficiarse de una evaluación ganglionar regional mediante RM o ecografía. Si no hay hallazgos de enfermedad después de 2 o 3 años, el seguimiento puede espaciarse a 6 meses hasta los 5 años, cuando puede cambiarse a anual. Sorpresas desagradables frecuentes
■ Dificultad para evaluar el estado de los márgenes intraoperatorios. ■ Necesidad de resección de estructuras vasculares o nervios importantes.
■ Recidiva local, regional o a distancia a corto plazo. ■ El liposarcoma mixoide responde muy bien a la RT. Puntos para recordar ■ Las imágenes preoperatorias con RM o TC son esenciales para una planificación quirúrgica adecuada. ■ El tratamiento del sarcoma de tejidos blandos es complejo y requiere el análisis de un comité multidisciplinario de tumores antes de la resección. ■ El objetivo de la resección quirúrgica es la conservación de las extremidades con márgenes quirúrgicos negati vos y la máxima conservación de la función, lo que puede facilitarse con la RT preoperatoria. ■ Los sarcomas de tejidos blandos de alto grado deben ser evaluados para tratamiento multimodal ya que las tasas de recidiva son altas. ■ El sarcoma de tejidos blandos debe resecarse en bloque con un margen de tejido no afectado, con cuidado de conservar las estructuras neurovasculares siempre que sea posible. Copyright © 2024 Wolters Kluwer, Inc. Unauthorized reproduction of the content is prohibited.
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