Egol. Manual de fracturas
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PARTE IV • Fracturas y luxaciones del miembro inferior
• Los aspectos técnicos más importantes de la introducción del tornillo cefá- lico son: 1) debe situarse a 1 cm del hueso subcondral para proporcionar una fijación segura y 2) ha de quedar centrado en la cabeza del fémur (distancia punta-vértice). • Puede utilizarse la distancia punta-vértice para determinar la posición del tornillo cefálico. Esta medida, expresada en milímetros, es la suma de la distancia entre la punta del tornillo cefálico y el vértice de la cabeza del fémur en las proyecciones anteroposterior y lateral (teniendo en cuenta la magnificación) (fig. 30-5). La suma debe ser <25 mm para minimizar el riesgo de migración proximal del tornillo. • Los estudios biomecánicos y clínicos no han demostrado ventajas entre colocar cuatro o dos tornillos para estabilizar la placa lateral. • Durante la intervención, el cirujano debe corregir cualquier angulación residual en varo, desplazamiento posterior o defecto de rotación. • La incidencia de pérdida de la fijación es del 4% al 12%, con más frecuen- cia en los patrones de fractura inestables. • La mayoría de los fracasos de la fijación pueden atribuirse a problemas técnicos en la colocación del tornillo y/o a una inadecuada impactación de los fragmentos óseos en el momento de introducir el tornillo. FIGURA 30-4. Una fractura trocantérea que se ha reducido y fijado perfectamente con un tornillo deslizante de cadera. ( De Parker MJ. Trochanteric hip fractures. En: Tornetta P III, Ricci WM, Ostrum RF, et al., eds. Rockwood and Green’s Fractures in Adults. Vol 2. 9th ed. Philadelphia: Wolters Kluwer; 2020:2284-2317. ) SAMPLE
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