Crowson. Interpretación de biopsia de la piel 2 ed

468

INTERPRETACIÓN DE BIOPSIAS DE LA PIEL

las isoformas de TGF beta que están asociadas con un aumento en el depósi- to de colágeno, están reguladas de manera positiva. 4 Se puede ver un queloide como una respuesta genéticamente determinada a un trauma, que probable- mente afecte a varias vías que son el resultado de la producción de colágeno. Hallazgos de microscopía óptica. Los queloides se extienden más allá del área de la lesión inicial, lo que permite su distinción de las cicatrices convencio- nales o hipertróficas. Histológicamente, los queloides maduros tienen bandas características de colágeno hialinizado que exhiben típicamente una configu- ración nodular. Los focos de tipo queloidal son bastante comunes en las cica- trices, por lo que estos casos se interpretan mejor como una cicatriz hipertró- fica y no como un queloide. Per l fenotípico. Las células fusiformes asociadas con un queloide exhiben un fenotipo miofibroblástico y, por lo tanto, en este sentido demuestran positivi- dad de la actina del músculo liso, aunque sin tinción para otros marcadores adicionales de diferenciación del músculo liso, como la desmina y la calponina. La fase inicial robusta de producción de colágeno en el inicio de la cica- triz asociada a la herida, continúa en todas las fases del queloide. Por lo tanto, la eventual atenuación y el aplanamiento de los haces de colágeno para asumir una disposición ordenada en el eje largo de la epidermis, generalmente no se logra en ninguna fase en el transcurso del tiempo del queloide. Diagnóstico diferencial. Los queloides están relacionados con una cicatriz hi- pertrófica, y estos dos términos se han usado indistintamente. Sin embargo, aunque ambos representan una respuesta anormal al traumatismo, al menos en una cicatriz hipertrófica, el aspecto más superficial de la fibroplasia induci- da por el traumatismo muestra un patrón paralelo laminado similar a una ci- catriz normal, mientras que el aspecto más profundo del espécimen está más en consonancia con un queloide clásico. Un dermatofibroma es una proliferación fibrohistiocítica de naturaleza posiblemente neoplásica. Aunque se pueden observar alteraciones hialinizan- tes alrededor de los vasos sanguíneos, no se observa la expansión hialinizan- te distintiva de los haces de colágeno dérmico reticular típicos de un queloi- de. La fibrosis asume una morfología modelada que exhibe una arquitectura estoriforme y, a diferencia de una cicatriz, ya sea queloide o hipertrófica don- de se atenúa la epidermis, en el contexto de un dermatofibroma se observan cambios epidérmicos hiperplásicos, inducción basaloide folicular e hiperpig- mentación. Otras características notables incluyen la naturaleza heterogénea de la población celular típica de un queloide. Las fibromatosis suelen ser mucho más celulares que las cicatrices y ocu- rren en tejidos blandos más profundos en sitios característicos (palmas de las manos, plantas de los pies y pene). El patrón de tinción nuclear dominante para la beta catenina es una característica muy distintiva. Proliferaciones seudosarcomatosas reactivas FASCITIS NODULAR. La fascitis nodular es una proliferación fibrosa formadora de masa, que a menudo ocurre en el tejido subcutáneo, aunque se han informa- AMPLE

Made with FlippingBook flipbook maker