Braverman.Tiroides_11ed

xviii Prefacio a la primera edición

cepto de cambio en la enfermedad tiroidea que de otro modo no podría hacerse evidente. Un objetivo principal a lo largo del volumen ha sido evaluar la validez de los hechos en los que se basan la información y los procedimientos actuales. La información que los corrobora a menudo se documenta más allá de toda duda razonable, pero con demasiada frecuencia se basa solo en la especificación o en la costumbre o es totalmente deficiente. El hecho de que se haya realizado una evaluación crítica es un homenaje a los colaboradores. El mundo de hoy, como en el pasado, está ame- nazado por los prejuicios, de los cuales los prejuicios raciales, sociales y económicos son solo unos cuantos. Igualmente influ- yente, pero menos reconocido, es el prejuicio de la “experien- cia”, derivado de la observación no crítica o no controlada, de la palabra de una “autoridad”, o de sesgo emocional. 1 Por for- 1 “La convicción no está desprovista de emoción, sino que es una emoción disciplinada y diferenciada, dirigida a la eliminación de un obstáculo realista. Por el contrario, la emoción detrás del prejuicio es difusa y sobregeneralizada, saturando objetos no relacionados ”. — Gordon W. Allport: La Naturaleza del Prejuicio.

tuna hay quienes están dispuestos a dedicar tiempo y esfuerzo a buscar y corregir tales distorsiones de la verdad. El editor ha recibido una ayuda considerable de varias fuentes. El Dr. John Stanbury ha sido de especial ayuda. Los miembros de la Clínica de Tiroides en el Presbyterian Hospital deben ser reconocidos por su influencia en la formulación de muchas de las opiniones aquí presentadas. Se debe dar cré- dito a la paciencia de los muchos contribuyentes que toleraron cambios en el estilo y la longitud del manuscrito, con el interés de crear un volumen integrado a partir de una serie de ensayos individuales. La esposa del editor ha actuado como guardiana de la claridad, basándose en la tesis de que incluso cualquier persona ajena a la medicina debería poder leer y comprender un artículo bien escrito. La señorita Anne Powell, del personal bibliotecario de P. & S., fue muy generosa con su tiempo. Por último, la Sra. R. Levine y la Sra. K. Sorenson fueron más que pacientes con los detalles secundarios. S¹ºÁ½Â C. W½¾Á½¾ New York City

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